martes, 29 de julio de 2008

Diario en la Sorbona

Texto encontrado en una página de un diario personal, fechada en Paris 1895 Universidad de la Sorbona.




Este día se reunió después de mucho tiempo el claustro universitario y nos dejaron asistir, soy el menor de tantos y tan grandes académicos, transcurrió como una más de las reuniones académicas, la tensión entre las ilustres personalidades asistentes crecía en la medida que el reloj marcaba los minutos, el verano de este año ha aumentado en demasié los ánimos y los caracteres, lo cual ocasiona que las posturas desaparezcan aún de modo involuntario.
No pude hablar, pero uno de los académicos menores, de los de menor rango, increpo a la audiencia a abandonar las querellas y la cizaña sembrada en el campus, entre los bachilleres, y fue en ese momento cuando di inicio a mi reflexión sin importar más nada de lo que se acordó aquel día.
“Como hablar con las bestias, si estos en el campo, en la selva o la montaña no entienden mas que los asuntos de la supervivencia, se dice que la música y la voz humana en tono bajo las aquieta, pero hablar lo que se dice hablar no es posible”, esto lo dijo uno de los más grandes letrados del claustro. Pensé entonces, donde me ubico, del lado de las bestias o del lado de los humanes, OH no… para mi no es posible este ejercicio ya que fui enseñado para reconocer que día a día actúo como uno o como otro.
Qué es esto ¿Cómo abandonar la guerra por acuerdo mutuo?, es necesario que alguno de los oponentes este dispuesto a bajar la cerviz y ¿Quién dentro del claustro esta dispuesto? Ninguno… ni yo, la humildad es una virtud que se desgasta con los logros y con alcanzar las metas, por ello mientras mas títulos poseo, mas lejos estoy del otro.
Ya a esta hora la lumbre se aminora, debo dejar de escribir por hoy, pero me dormiré pensando en quien soy, acaso la bestia o de alguna forma un humane al cual se le permitió vivir y convivir con los demás sin importar los títulos o las posesiones…

Algunos historiadores de la misma universidad han encontrado documentos posteriores de este académico del cual no existe la posibilidad de cotejarlo con los registros del personal de la época, se sabe que son de su propiedad por la caligrafía y por los estudios paleográficos contemporáneos, en uno de los últimos escribe sobre; “la posibilidad de continuar su vida en el campo criando ovejas y cerdos, por ser estos más dóciles y de alguna utilidad para la vida practica”.

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