Me esperaste,
entiendo que querías despedirte
un último cigarrillo
si, saber que duermes un largo tiempo
ahora, junto a esas rosas rojas
me alegra entender que nos esperas
y que como siempre sabrás que llegaremos
eso es inevitable
el sol se ocultó justo allí junto al ataúd
abierto para una sonrisa
hecha lágrima de adiós
de hasta pronto
háblale al viejo amigo tuyo
cuéntale de los que acá quedamos
hazle una chanza
a ver si cuando lleguemos
ya cocinaste algo para nosotros
de ello estoy seguro
viejo hasta los
muchachos de la calle
miraban junto a ti como
tomaste el último respiro
y los cantos del alma
sonaban cerquita de los sollozos
un pequeño miró
por primera vez la muerte en otro
le llevo flores y lloró
así es cuando los hombres nos vamos
nadie entiende
vivimos, creemos
y esperamos…
Para jesse james González un amigo,
padre que partió con Dios en estos días
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